Vivimos una psicosis colectiva acerca de las nuevas tecnologías , alimentada por pseudocientíficos que aluden a un complot de las compañías telefónicas y siembran el alarmismo social. Para muestra, una cita textual de un blog random:
Telita marinera.Esta vez os vamos a hablar del bombardeo inalámbrico constante de microondas pulsantes, radiaciones, campos electro-magnéticos y otras energías malévolas que sufrimos a diario por las tecnologías inalámbricas como en las torres de telecomunicaciones, móviles, wifi, etc...[...] cada día tiene más sentido todo esto para nosotros y este sentido no es ni más ni menos que esclavizar, lobotomizar y desfertilizar a la raza humana...
¿Qué os parece, pues, un poco de física para poner los puntos sobre las ies? Aunque, para atajar, abajo en referencias podéis encontrar un estudio que demuestra empíricamente que no hay nada de que preocuparse. Pero hacedme caso, tontos, que os va a gustar. Sólo la puntita.
Las ondas
electromagnéticas son un modo de transmitir energía. La energía
que transporta una onda electromagnética es proporcional a su
frecuencia: es decir, el número de ondas por segundo. Las ondas de
radio (entre las que se incluyen las que emite el teléfono móvil
como las que usa el WI-FI) tienen demasiada poca frecuencia como para
afectar al cuerpo humano.
He aquí una metáfora muy clara. Radiarnos con ondas de baja
frecuencia es como lanzar pompas o bolas de espuma contra
una cadena – es difícil romper un eslabón. Aumentar su
intensidad es solo lanzar más pompas por segundo. Además las ondas
ni siquiera dejan “manchas de jabón”.
Igual de peligroso. |
Si bien la
radiación solar puede ser carcinógena - porque emite rayos
ultravioleta que no bloquea completamente
la capa de ozono - las ondas de radio son mucho más débiles, tanto
que no pueden romper los enlaces químicos del ADN. Y ya sabemos que
el cáncer se origina por una mutación en el ADN de algunas células.
Es más, las ondas de radio emiten a una frecuencia menor incluso que
la luz visible.
Además
del tema de las frecuencias, el cuerpo humano
tiene distinta permeabilidad a distintos tipos de ondas
electromagnéticas. Naturalmente nuestras madres lo sabían, que
cuando nos quedamos parados delante de la tele nos dicen “¿tú te
crees que eres de cristal o qué?”. La luz, que es un tipo de onda
electromagnética, no es capaz de atravesarnos. Sin embargo somos
transparentes a los rayos X, salvo nuestros huesos.
El arma arrojadiza más temible. |
Nuestro
cuerpo bloquea asimismo las ondas de radio.¿Recordáis cuando lanzaron un smartphone cuyo
nombre no recuerdo – ejem, iPhone, ejem – que no podía recibir
llamadas cuando se sostenía en la mano porque la antena quedaba
oculta? Ilustra cómo las ondas de radio no pueden atravesarnos.
En conclusión, si no tienes miedo a que una bombilla te dé cáncer, mucho menos
deberías temer al teléfono móvil en tu mesilla de
noche. Ah, y tampoco te van a provocar un dolor de cabeza. Está
demostrado que no hay ninguna relación entre las ondas de radio y
las migrañas. Aunque sí es verdad que hay casos de
hipersensibilidad: personas
que, debido a una creencia preexistente (equivocada), se sugestionan
inconscientemente a sí mismas, provocando síntomas psicógenos.
Como
colofón, digamos que la radio y la TV también usan ondas de radio
(con una frecuencia algo más alta que el WI-FI incluso) y llevamos
más de un siglo sin que estas tecnologías veteranas dañen a nadie
(excepto si te cae una tele en la cabeza, claro).
Agradezco la inestimable ayuda de mis dos fuentes expertas en física: Antonio Jiménez, colaborador del blog, y Jesús Torres Castro, profesor de Física en la UCO.
- Electromagnetic Hipersensitivity
- Mobile phones don't cause cancer: 11-year study finds they pose 'no risk to health'
¡Qué artículo más interesante!
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