jueves, 20 de febrero de 2014

La guerra de la mensajería electrónica

La noticia acaba de saltar: Facebook ha comprado WhatsApp por una cantidad insultantemente elevada. ¿Qué puede haber hecho que la red social más popular del mundo suelte tal cantidad de dinero por una empresa que podría ser considerada una PYME según la ley española por su número de empleados?

Sencillamente, hoy día WhatsApp ha sustituido a los SMS como principal medio de comunicación de cada vez más personas. No estamos descubriendo la pólvora aquí, la compañía fundada por Jan Koum se ha erigido en símbolo de la mensajería instantánea. Hasta tal punto de que incluso personas que son "analfabetas digitales" hablan de "guasapear" como medio de estar en contacto.

Sin embargo, no es ni la primera empresa dedicada a ello... ni la mejor, según el rasero que empleemos. Es la más extendida y ofrece un buen servicio a un precio módico (89 céntimos de euro al año es muy poco, seamos sinceros), pero hoy día su mayor ventaja reside en que es el sistema más extendido.



La principal queja que se eleva sobre WhatsApp se refiere al tema de la seguridad. Simplemente, interceptar y descifrar conversaciones es muy sencillo. Legalmente la compañía se guarda las espaldas instando a que no se emplee su servicio con motivos profesionales ni se envíe información confidencial por él, pero siendo realistas pocos son los que se leen el contrato antes de instalarse la aplicación... y menos aún los que lo siguen.

La primera aplicación de mensajería que desafió el predominio de los SMS fue BlackBerry Messenger (BBM). No hace tanto la aspiración de los adolescentes y jóvenes no era un iPhone sino un cacharrito con un teclado prácticamente inutilizable por su tamaño. El punto fuerte de esta siempre ha sido la seguridad, hasta tal punto que es el protocolo standard utilizado por el Pentágono. Hasta tal punto confían en BBM los militares estadounidenses que de hecho son quienes están manteniendo a la empresa canadiense a flote, a pesar de que la aplicación está disponible para otras plataformas.

Otra aplicación que tuvo su momento de gloria fue la japonesa Line, de la compañía Naver. Esta tiene como punto fuerte el ser gratuita... pero ofrece multitud de contenidos de pago a través de los cuales se financia. Otro punto débil es el espacio que ocupa y el hecho de que al ofrecer un servicio de mensajería que además tiene juegos y multitud de otras cosas acaba siendo un "resource hog" para los móviles más cortitos (como el del que suscribe este artículo). Algo similar es la china WeChat, que logró que Messi saliera en sus anuncios. También está KakaoTalk.

Cristiano también quiere anunciar alguna aplicación.
  En Apple tienen iMessage, pero siendo muy limitada la cuota de mercado de la marca de la manzanita en España no corre riesgo alguno de desbancar a Whatsapp. Mejores perspectivas tiene Hangouts de Google, que sin embargo no acaba de despegar (de hecho Google quiso comprar WhatsApp pero le dieron calabazas).

Sin embargo la que parece mejor dispuesta para plantar cara a WhatsApp es Telegram. No solo por ser gratuita, o porque sus emoticonos son los más parecidos a los de WhatsApp (de hecho son los mismos). Ni siquiera por ser verdaderamente multiplataforma pudiendo consultarse desde el PC (a diferencia de WhatsApp que solo puede consultarse desde el móvil). 

La filosofía de Telegram es muy parecida: tan solo una aplicación de mensajería y ya está. Ni juegos, ni stickers ni leche migada. Pero eso sí, con ciertas características propias como su potente algoritmo de cifrado (en otras páginas os lo explican bastante bien, si tenéis tiempo y ganas), de hecho los fundadores han ofrecido 200.000 dólares a quien sea capaz de hackearlo.

 Además tiene la posibilidad de crear grupos y conversaciones secretas o que incluso se autodestruyen. Telegram y WhatsApp tienen trayectorias paralelas aunque contrapuestas: si WhatsApp ha acabado en manos de una red social, Telegram fue creada desde el principio por los fundadores de otra, VKontakte, muy popular en el Este de Europa. En cuanto a por qué llamándose Telegram su símbolo es un avión de papel... una imagen vale más que 1000 palabras:




Sí, son aviones de papel hechos con billetes. Because Russia!

En cualquier caso, WhatsApp es el líder y la referencia, y los demás van a tener una durísima batalla delante de sí si quieren disputarle su lugar de preeminencia. No basta con ser el mejor, hay que lograr ser popular, como demasiadas personas y empresas aprendieron del modo más duro en esto de la informática y las comunicaciones. La guerra ha comenzado y aún se están tomando posiciones, pero por una vez puede ser que los que ganemos seamos los usuarios.

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